Tras su aprobación por las Cortes los días pasados, el Boletín Oficial del Estado de 22 julio 2015 publica la Ley Orgánica 7/2015 de reforma de la LOPJ, cuya entrada en vigor está prevista para el próximo 1 de octubre.
Como hemos venido valorando desde el SISEJ, se trata de un texto que no contiene mejoras estatutarias ni profesionales significativas para los Secretarios Judiciales, más allá de retoques de carácter cosmético como el cambio de nombre, que pasará a ser Letrados de la Administración de Justicia.
Se trata de un texto lejano a nuestras reivindicaciones, que no da respuesta a los principales problemas de nuestro Cuerpo (régimen de categorías profesionales, negociación colectiva), al que se mantiene relegado a un papel secundario en la administración de justicia.
A nivel general, la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial es una oportunidad perdida para la justicia española.
No se profundiza en el ambicioso y necesario cambio de modelo de la administración de justicia emprendido a partir del pacto de estado de 2001 y que consensuaron todas las fuerzas políticas.
Al contrario, en lugar de sentar las bases para implantar políticas públicas basadas en la planificación, la homogeneidad y la racionalidad, se potencia las facultades organizativas individuales de los órganos territoriales de gobierno del poder judicial , con lo que la ciudadanía percibirá una respuesta aún más desigual ante la justicia.
En definitiva, la mayoría parlamentaria más amplia de la historia de nuestra democracia no sólo no ha sido capaz de lograr una reforma consensuada de la administración de justicia, sino que vuelve a insistir en un modelo de justicia agotado y fracasado.
