Lejos de realizar un ataque a las decisiones del Tribunal Supremo, al que respetamos como órgano máximo de la jurisdicción, salvo la constitucional, no podemos olvidar los numerosos Convenios Internacionales suscritos por nuestro país, normas de carácter supranacional que obligan a los Estados que en su día los firmaron y que enarbolan aquellas asociaciones que pidieron en su día un reposo digno para sus familiares, víctimas de la contienda que enfrentó a los españoles.
No deja de llamar nuestra atención que otras organizaciones y asociaciones del ámbito de la justicia, tan beligerantes en los supuestos donde se ha objetado la actuación de cualquier juez, guarden ahora silencio, cuando se está cuestionando, no una negligencia profesional, sino las decisiones adoptadas en el seno de un acto hoy por hoy estrictamente jurisdiccional, como es la instrucción.
Para que los ciudadanos sigan confiando en la justicia como máxima garantía de sus derechos, el SISEJ considera imprescindible que no se produzcan situaciones como la que ahora vivimos; siendo igualmente necesario para que Jueces y Tribunales puedan aplicar la Ley con libertad e independencia.
Finalmente el SISEJ teme, como ha manifestado la Comisión Internacional de Juristas, que el proceso iniciado contra el Magistrado Baltasar Garzón pueda tener un efecto intimidatorio en la investigación de otros crímenes contra la humanidad tanto a nivel estatal como internacional.
