El día 8 de septiembre de 2008, se difundió por la prensa estatal el acuerdo a que llegaron los grupos parlamentarios sobre la nueva composición del CGPJ. Entre los vocales propuestos, el PP designó a Antonio Dorado, secretario judicial y hasta ahora destinado en la sección 8ª de la Audiencia Provincial de Sevilla. Respecto a esta designación, el SISEJ quiere hacer una reflexión desde la prudencia y el sentido crítico, más allá de la pura noticia o de la falsa neutralidad de una simple felicitación.
Desde el Sindicato de Secretarios Judiciales consideramos positivo que para la elección de vocal en un órgano de esta trascendencia, los grupos parlamentarios hayan apostado por proponer a un secretario judicial, profesión que implica la condición de jurista conocedor de la oficina judicial y que puede contribuir de este modo a ilustrar la actividad de ese órgano cuando haya de informar en su ámbito de competencias, aunque discrepemos profundamente de los planteamientos corporativos e inmovilistas que el Sr. Dorado ha venido defendiendo como dirigente de una asociación, en este caso el todavía llamado Colegio Nacional de Secretarios Judiciales.
Desde el SISEJ lamentamos, además, que, en general, los medios de comunicación que recogieron la noticia se hayan referido al curriculum del candidato propuesto aceptando tácitamente como una realidad la existencia de un verdadero «colegio profesional de secretarios judiciales», cuando legalmente es inexistente, aunque su presidente se haya venido atribuyendo durante estos años un título tan rimbombante como falso, que en absoluto representa al colectivo de secretarios judiciales.
